Las últimas luces del día se desvanecen lentamente en el horizonte, pintando el cielo de tonos dorados y anaranjados, el barco Majory Glen se alza como un testigo silencioso de tiempos pasados y eventos históricos. Los agujeros provocados por los proyectiles de los Mirage, durante los ejercicios de práctica de tiro para la guerra de Malvinas, son testigos mudos de la historia tumultuosa y trágica que rodea a este barco.

Es a través de uno de estos agujeros que el sol, en su descenso hacia el horizonte, se cuela con elegancia, proyectando rayos de luz dorada. 

Esta imagen  es un recordatorio de la resiliencia y la fuerza del espíritu humano frente a la adversidad. A pesar de las cicatrices del pasado, el barco Majory Glen sigue en pie, recordándonos la importancia de recordar y honrar nuestra historia, incluso en los momentos más oscuros.

Al contemplar esta foto somos testigos de la belleza y la poesía que pueden surgir incluso en los lugares más inesperados y cargados de historia. invitándonos  a reflexionar sobre la naturaleza transitoria de la vida y la importancia de encontrar luz y esperanza incluso en los momentos más oscuros.